clic image

clic image

VAPOR TITLIS

(Hundido en las bajas de Punta Brava, Puerto de la Cruz)

JUAN CARLOS PERAZA CASANUEVA

Estos últimos años, han naufragado muchos barcos, grandes y pequeños. Unas veces suceden por fallos humanos y otros por los huracanes que se forman, en la actualidad, con tanta frecuencia en todo el mundo. Yo no sé por qué razón siempre que sucede alguna desgracia de este tipo, como la de estos días en el Cantábrico, Costa de Galicia, me recuerdan, aunque no hubieran victimas, los actos de heroísmo de los socorristas en el fa­moso naufragio ya lejano, entre los peñascos de Punta Brava, Puerto de la Cruz. Hasta primeros años del siglo XX La Brava (actual Punta Brava), dormía el sueño de los tiempos. No era más que una lengua volcánica-rocosa que se introduce provocativa, desafiante en el Mar Océano del norte tinerfeño, rincón aislado, distante de la costa de un pueblito, también rebautizado, antes «Puerto de Orota­va» hoy Puerto de la Cruz. Grandes masas rocosas semisumergidas unas y aflorando a la superficie otras han sido motivo de alarma y preocupación para todos los marinos y capita­nes del barco que con fre­cuencia solían visitar el muelle portuense en aque­llos años, para cargar los ri­cos frutos del fértil valle de La Orotava. No eran infundados estos temores. Pues en la ma­drugada del 11 de diciem­bre de 1910, un grito desga­rrador hirió el espacio eté­reo ¿Qué pasa? se pregunta­ban los desvelados y soño­lientos portuenses, como in­tuyendo que algún fatídico acontecimiento ocurría en ese preciso momento. Eran las cinco matinales de la citada fecha, un fuerte temporal de viento y mar gruesa batía la costa. Se tra­taba de un barco, un gran barco, el «TITLIS». Las rocas del «veril de la brava» rasgaron su vientre, hasta las mismas entrañas. Un agricultor de la zona, alarmado por el rugir de la sirena del buque agonizan­te, después de acercarse al lugar y ver lo ocurrido, co­rre hacia el Puerto de la Cruz y avisa a las autorida­des locales. Seis personas se dan prisa en llegar al lugar; eran Sebastián Castro Mo­rales (el que más tarde di­rigiría las operaciones de salvamento). Francisco Álvarez García, Gregorio Montes de Oca García, Isi­dro Ramos, Pedro Mesa Ló­pez y mi propio progenitor, Ángel Armas Álvarez. «Manos a la obra» gritó don Sebastián, dando ánimo a sus compañeros, mientras se acercaban al carguero siniestrado. Más... uno de ellos al cual conocí muchos años después del incidente, viendo, que barco y tripulación se hundían por momentos, arrebatado de valentía,­ coge una soga -preparada previamente- y se lanza de risco en risco hasta llegar­ cerca de la proa, donde es­taba concentrada la deses­perada tripulación. El TITLIS era un vapor noruego de acero, aparejado de gole­ta, que fue construido en los astilleros Neyland (Oslo) en 1904.Tenía un tonelaje bruto de 1.407 toneladas, una es­lora de 231 pies 35 de man­ga y 20 de calado; venía al mando del capitán Kristian Andersen, con una tripula­ción de 18 hombres, de los cuales 4 desaparecieron, arrebatados por las olas, cuando agarrados de la susodicha cuerda intentaban llegar a .tierra firme. Después de este catastró­fico acontecimiento que conmovió el corazón de to­dos los portuenses, concretamente el día 15 del mismo mes, el comité de turismo de la localidad organizó una función benéfica,- según folleto de la época- en ayuda de los marinos supervivien­tes y familias de las vícti­mas, gran éxito tuvo dicha acción, que se celebró en el cinematógrafo del ex convento de monjas. Reinaba en Noruega en aquellos años el rey Haakon VII y, de acuerdo con su go­bierno decidió galardonar con medallas y pergaminos alusivos la gesta de estos valientes e intrépidos soco­rristas portuenses. Sin su in­tervención, hubieran pereci­do todos los tripulantes del buque. Durmieron durante mu­chos años los restos del na­vío en las profundidades. Pero llegaron tiempos nue­vos y sofisticadas técnicas tanto para escudriñar las entrañas de la tierra como las profundidades marinas. Pues bien, el año 1980, los alumnos del colegio Monte­ssori de Santa Cruz de Tene­rife realizaron una serie de actividades en el Puerto de la Cruz que -con la colabo­ración de la Escuela de Bu­ceo de Tenerife y otros ciu­dadanos portuenses- cul­minó extrayendo del lecho marino la hélice del TITLIS. En un acuerdo muy inte­ligente, el 25 de junio de 1980, dicha hélice fue dona­da al populoso barrio de Punta Brava y quedó en un sencillo pedestal para que todos, tanto lugareños como foráneos, recuerden no sola­mente a los fallecidos en el naufragio, sino también a los valientes portuenses que arriesgaron su vida por el prójimo. Al acto de entrega de la hélice, ahora ubicada en la plaza de Manuel Balleste­ro, (en la actualidad está frente a la Iglesia de Santa Rita) asistieron además de cónsul de Noruega, señor Limberg, representación del Cuerpo Consular Acreditado en Tenerife, jefe de la Policía Nacional, párroco del barrio, alumnos del colegio Montessori con su director, familiares de los que inter­vinieron en el rescate de los náufragos y mucha más gente. El barrio portuense de Punta Brava empezó a cre­cer y tomar auge en la déca­da de los años 50, cuando la corporación municipal con su ilustre alcalde don Isido­ro Luz Cárpenter decide donar solares de aquella zona rocosa a personas necesita­das del lugar. Hoy, sin duda, es Punta Brava el barrio más bonito y populoso de la ciudad turística. Una gran avenida que lleva el nombre del recorda­do Paco Afonso -el que fue­ra alcalde de la ciudad y gobernador de Tenerife- une el barrio con el centro de la ciudad. Algunos me dicen que a ver si llego a ser tan heroico como mi recordado padre. Si el Señor me concede una ocasión, que también me dé fuerzas para no degenerar de mis antepasados. Lo mismo deseo para los descendientes de los demás socorristas.

In recent years, many ships, large and small, have been wrecked. Sometimes they happen due to human error and others due to the hurricanes that form, today, so frequently throughout the world. I do not know for what reason, whenever some misfortune of this type happens, like the one these days in the Cantabrian Sea, Costa de Galicia, they remind me, even if there were no victims, of the acts of heroism of the lifeguards in the famous shipwreck already far away, between the rocks of Punta Brava, Puerto de la Cruz. Until the early years of the 20th century, La Brava (current Punta Brava), slept the dream of the times. It was nothing more than a volcanic-rocky tongue that penetrates provocatively, defiantly into the North Sea of ​​Tenerife, an isolated corner, distant from the coast of a small town, also renamed, formerly "Puerto de Orotava" today Puerto de la Cruz. Some large semi-submerged rock masses and others rising to the surface have been a cause of alarm and concern for all the sailors and captains of the ship who frequently used to visit the port of Porto in those years, to carry the rich fruits of the fertile valley of La Orotava. These fears were not unfounded. Well, in the early morning of December 11, 1910, a piercing scream wounded the ethereal space. What happens? the awake and sleepy people from Porto wondered, as if intuiting that some fateful event was happening at that precise moment. It was five in the morning on that date, a strong storm of wind and heavy seas beat the coast. It was a ship, a great ship, the "TITLIS." The rocks of the "veril de la brava" tore through her belly, down to her very entrails. A farmer in the area, alarmed by the roar of the siren of the dying ship, after approaching the place and seeing what happened, runs to Puerto de la Cruz and warns the local authorities. Six people rush to the place; they were Sebastián Castro Morales (the one who would later lead the rescue operations). Francisco Álvarez García, Gregorio Montes de Oca García, Isidro Ramos, Pedro Mesa López and my own father, Ángel Armas Álvarez. "Let's get to work," Don Sebastián shouted, encouraging his companions as they approached the damaged freighter. More ... one of them whom I met many years after the incident, seeing that the ship and crew were sinking at times, flushed with courage, grabs a rope -previously prepared- and throws himself from cliff to cliff until he gets close to the prow, where the desperate crew was concentrated. The TITLIS was a Norwegian steel schooner rigged steamer that was built at the Neyland Shipyards (Oslo) in 1904. It had a gross tonnage of 1,407 tons, a length of 231 feet 35 beam and 20 draft; She came under the command of Captain Kristian Andersen, with a crew of 18 men, of which 4 disappeared, carried away by the waves, when, holding on to the aforementioned rope, they tried to reach firm land. After this catastrophic event that touched the hearts of all the people of Porto, specifically on the 15th of the same month, the local tourism committee organized a charity function, - according to a brochure of the time - in aid of the surviving sailors and families of the victims, such action was a great success, which was held in the cinema of the former nunnery. In those years, King Haakon VII reigned in Norway and, in accordance with his government, he decided to award medals and allusive scrolls to the deeds of these brave and intrepid lifeguards from Porto. Without his intervention, all the ship's crew would have perished. The remains of the ship slept in the depths for many years. But new times have arrived and sophisticated techniques both to search the bowels of the earth and the depths of the sea. Well, in 1980, the students of the Montessori school in Santa Cruz de Tenerife carried out a series of activities in Puerto de la Cruz that - with the collaboration of the Tenerife Diving School and other citizens of Porto - culminated in extracting from the seabed the helix of the TITLIS. In a very smart agreement, on June 25, 1980, said propeller was donated to the populous neighborhood of Punta Brava and was left on a simple pedestal for everyone, both locals and foreigners, to remember not only those who died in the shipwreck, but also to the brave people of Porto who risked their lives for their neighbor. The propeller delivery ceremony, now located in the Plaza de Manuel Ballestero, (currently in front of the Church of Santa Rita) was also attended by the Norwegian consul, Mr. Limberg, representing the Accredited Consular Corps in Tenerife, head of the National Police, the parish priest of the neighborhood, students of the Montessori school with their director, relatives of those who participated in the rescue of the shipwrecked and many more people. The Porto neighborhood of Punta Brava began to to grow and rise in the decade of the 50s, when the municipal corporation with its illustrious mayor Mr. Isidoro Luz Cárpenter decided to donate lots of that rocky area to needy people in the area. Today, without a doubt, Punta Brava is the most beautiful and populous neighborhood of the tourist city. A large avenue that bears the name of the remembered Paco Afonso -the former mayor of the city and governor of Tenerife- links the neighborhood with the city center. Some tell me to see if I become as heroic as my remembered father. If the Lord grants me an opportunity, may he also give me strength not to degenerate from my ancestors. The same wish for the descendants of the other lifeguards.

In den letzten Jahren wurden viele große und kleine Schiffe zerstört. Manchmal passieren sie aufgrund menschlicher Fehler und andere aufgrund der Hurrikane, die sich heute so häufig auf der ganzen Welt bilden. Ich weiß nicht aus welchem ​​Grund, wann immer ein Unglück dieser Art passiert, wie das heutige im Kantabrischen Meer an der Costa de Galicia, erinnern sie mich, auch wenn es keine Opfer gab, an die Heldentaten der Rettungsschwimmer in das berühmte Schiffswrack schon weit weg, zwischen den Felsen von Punta Brava, Puerto de la Cruz. Bis in die frühen Jahre des 20. Jahrhunderts schlief La Brava (heute Punta Brava) den Traum der Zeit. Es war nichts weiter als eine vulkanisch-felsige Zunge, die provokant und trotzig in die Nordsee von Teneriffa eindringt, eine isolierte Ecke, entfernt von der Küste einer kleinen Stadt, die ebenfalls umbenannt wurde und früher "Puerto de Orotava" heißt, heute Puerto de la Cruz. Einige große, halb untergetauchte Gesteinsmassen und andere, die an die Oberfläche stiegen, waren ein Grund zur Besorgnis und Besorgnis für alle Seeleute und Kapitäne des Schiffes, die in jenen Jahren häufig den Hafen von Porto besuchten, um die reichen Früchte der zu tragen fruchtbares Tal von La Orotava. Diese Befürchtungen waren nicht unbegründet. Nun, am frühen Morgen des 11. Dezember 1910 verwundete ein durchdringender Schrei den ätherischen Raum. Was passiert? Die wachen und schläfrigen Menschen aus Porto fragten sich, als ob sie ahnen würden, dass genau in diesem Moment ein schicksalhaftes Ereignis geschah. Es war fünf Uhr morgens an diesem Tag, ein starker Windsturm und schwere See schlugen die Küste. Es war ein Schiff, ein großes Schiff, die "TITLIS". Die Felsen des "Veril de la Brava" rissen seinen Bauch bis in die Eingeweide. Ein Bauer in der Gegend, alarmiert durch das Dröhnen der Sirene des sterbenden Schiffes, rennt nach Puerto de la Cruz und warnt die örtlichen Behörden, nachdem er sich dem Ort genähert und gesehen hat, was passiert ist. Sechs Leute eilen zu dem Ort; Sie waren Sebastián Castro Morales (derjenige, der später die Rettungsaktionen leitete). Francisco Álvarez García, Gregorio Montes de Oca García, Isidro Ramos, Pedro Mesa López und mein eigener Vater, Ángel Armas Álvarez. "Lass uns an die Arbeit gehen", rief Don Sebastián und ermutigte seine Gefährten, als sie sich dem beschädigten Frachter näherten. Mehr ... einer von ihnen, den ich viele Jahre nach dem Vorfall getroffen habe, als ich sah, dass das Schiff und die Besatzung zeitweise untergingen, vor Mut erröteten, sich ein zuvor vorbereitetes Seil schnappte und sich von Klippe zu Klippe warf, bis er sich näherte der Bug, in dem sich die verzweifelte Besatzung konzentrierte. Die TITLIS war ein norwegischer Stahlschoner-Takeldampfer, der 1904 auf den Neyland Shipyards (Oslo) gebaut wurde. Er hatte eine Bruttoraumzahl von 1.407 Tonnen, eine Länge von 231 Fuß, 35 Balken und 20 Tiefgang; Es stand unter dem Kommando von Kapitän Kristian Andersen mit einer Besatzung von 18 Mann, von denen 4 verschwunden waren und von den Wellen weggetragen wurden, als sie an dem oben genannten Seil festhielten und versuchten, festes Land zu erreichen. Nach diesem katastrophalen Ereignis, das die Herzen aller Menschen in Porto berührte, insbesondere am 15. desselben Monats, organisierte das örtliche Tourismuskomitee laut einer damaligen Broschüre eine Wohltätigkeitsveranstaltung zugunsten der überlebenden Seeleute und Familien Von den Opfern war eine solche Aktion ein großer Erfolg, die im Kino des ehemaligen Nonnenklosters stattfand. In diesen Jahren regierte König Haakon VII. In Norwegen und beschloss gemäß seiner Regierung, den Taten dieser tapferen und unerschrockenen Rettungsschwimmer aus Porto Medaillen und anspielende Schriftrollen zu verleihen. Ohne sein Eingreifen wäre die gesamte Schiffsbesatzung umgekommen. Die Überreste des Schiffes schliefen viele Jahre in den Tiefen. Aber es sind neue Zeiten gekommen und ausgefeilte Techniken, um sowohl die Eingeweide der Erde als auch die Tiefen des Meeres zu durchsuchen. Nun, 1980 führten die Schüler der Montessori-Schule in Santa Cruz de Tenerife eine Reihe von Aktivitäten in Puerto de la Cruz durch, die - in Zusammenarbeit mit der Teneriffa-Tauchschule und anderen Bürgern von Porto - zum Herausziehen des Meeresbodens führten Helix der TITLIS. In einer sehr intelligenten Vereinbarung vom 25. Juni 1980 wurde der Propeller an die bevölkerungsreiche Nachbarschaft von Punta Brava gespendet und auf einem einfachen Podest für alle, sowohl Einheimische als auch Ausländer, zurückgelassen, um sich nicht nur an diejenigen zu erinnern, die im Schiffswrack starben, sondern auch auch an die tapferen Menschen in Porto, die ihr Leben für ihren Nachbarn riskierten. An der Propellerlieferzeremonie auf der Plaza de Manuel Ballestero (derzeit vor der Kirche Santa Rita) nahm auch der norwegische Konsul Limberg teil, der das akkreditierte Konsularkorps auf Teneriffa, den Leiter der Nationalen Polizei, vertrat , der Pfarrer der Nachbarschaft, Schüler der Montessori-Schule mit ihrem Direktor, Verwandte derer, die an der Rettung der Schiffbrüchigen beteiligt waren, und viele weitere Menschen. Das Porto-Viertel von Punta Brava begann zu im Jahrzehnt der 50er Jahre zu wachsen und zu wachsen, als die Stadtgesellschaft mit ihrem berühmten Bürgermeister, Herrn Isidoro Luz Cárpenter, beschloss, viel von diesem felsigen Gebiet an bedürftige Menschen in der Gegend zu spenden. Heute ist Punta Brava ohne Zweifel das schönste und bevölkerungsreichste Viertel der Touristenstadt. Eine große Allee, die den Namen des bekannten Paco Afonso trägt - des ehemaligen Bürgermeisters der Stadt und Gouverneurs von Teneriffa - verbindet das Viertel mit dem Stadtzentrum. Einige sagen mir, ich solle sehen, ob ich so heldenhaft werde wie mein erinnerter Vater. Wenn der Herr mir eine Gelegenheit gibt, möge er mir auch Kraft geben, nicht von meinen Vorfahren zu entarten. Der gleiche Wunsch für die Nachkommen der anderen Rettungsschwimmer.

© 2020 Cofradía de Pescadores Gran Poder de Dios
Todos los derechos Reservados